Durante mi semestre de prácticas en la empresa, una de mis principales responsabilidades consistía en crear los diseños para las cotizaciones de los 21 servicios de fotografía que ofrece nuestra empresa. En colaboración con mis colegas Gina y Ana, nos embarcamos en la tarea de desarrollar cotizaciones que no solo fueran estéticamente atractivas, sino también minimalistas y concisas. Nuestro objetivo era captar la atención de los clientes de una manera única, hacer que se enamoraran aún más de la marca y proporcionarles un documento completo que resolviera todas sus dudas y preguntas.

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Para lograrlo, nos sumergimos en un proceso creativo meticuloso. Analizamos cada servicio ofrecido por la empresa, entendimos las expectativas y necesidades de nuestros clientes y luego aplicamos nuestros conocimientos en diseño para crear cotizaciones visualmente impactantes. Nos esforzamos por capturar la esencia de cada servicio en nuestros diseños, utilizando una estética que transmitiera profesionalismo, creatividad y confianza.

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Además de la parte visual, nos aseguramos de que las cotizaciones estuvieran llenas de información útil. Desarrollamos contenido detallado que describía cada servicio en profundidad, proporcionando a los clientes una comprensión completa de lo que podrían esperar al elegir nuestra empresa para sus necesidades fotográficas. Creíamos firmemente que una cotización no solo debía ser un documento informativo, sino también una experiencia que dejara una impresión duradera en los clientes.